martes, 22 de diciembre de 2015

Cuchara, cucharita y cucharón

Ahora enseguida llega la Nochebuena, Navidad y Nochevieja. Los mas innovadores se arriesgan a preparar nuevos menús que requieren de unas medidas concretas. ¿Quién no se ha encontrado alguna vez buscando recetas por internet la frase "agregar una cucharadita de x"?

Inner thought: Vale vale pero tengo varias preguntas que hacerte, querido internauta, elaborador (o copiata de receta)

1) ¿Cómo es tu cucharadita?, por que igual tu cucharadita y mi cucharadita son diferentes ¿me explico?

2) ¿A qué llamas cucharadita? ¿a la del postre? ¿a la del café?


3) ¿Hay que llenarla entera?, si es un poquito menos ¿vale?

En la cocina es fundamental la precisión, porque a nada que te pases con algo, ya la has cagao (hablando mal y pronto),

En el caso de las posologías de los jarabes, el tamaño sí importa.

No es lo mismo una cuchara, que una cucharita, que un cucharón, e incluso entre ellos puede variar algo el porcentaje.

¿Quién no ha dicho alguna vez al paciente que el jarabe "patatin" se toma con cuchara sopera?. Me declaro absolutamente culpable. Lo he hecho, a veces por prisa, otras veces por simplificar, porque creo que el paciente va a recordar mejor que se tome una cucharada sopera, que que se tome un chupito de 10mL de jarabe.


Analicemos:

Cuchara sopera = 15 mL
Cuchara postre = 10mL
Cuchara cafe = 5 mL

Si le digo a un paciente que se tome una cucharada sopera (15mL) de un jarabe, cuya posología realmente es 10mL, 3 veces/día, en un día se chuta 15 mL más.

Si el jarabe lo toma una semana serían 105mL más que esa persona se ha tomado

Imaginaros esta misma situación en niños, que encima hay que tener en cuenta el peso, ya se arma la marimorena




Por eso Di: NO al "ojímetro" y SI al chupito de jarabe (o jeringazo en la versión pediátrica)

Por cierto, por cierto, mañana otra entrada en el blog, que lo prometido es deuda. Asi que ya sabeís, RT, FAV y compartir lo que podais :P


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